viernes, 4 de junio de 2010

La gran pausa

Sí, hoy termina aquello que optasteis por denominar "la gran pausa". La gran bocanada de aire fresco. El inmenso punto y aparte. A partir de mañana, tu vida vuelve a comenzar. Un libro en blanco. Tan sólo eso. Como si fuera poco, ¿verdad?
Qué difíciles son las despedidas. Sobre todo las que se niegan a terminar. Vete tú primero. Dejemos de ser naif. No puede ser un punto y aparte. No esta vez. Debe ser un punto y final. 

Ésta es tu última noche entre esas cuatro paredes que te han visto crecer. No es que la gente cambie, pero mejora. Ahora, tú te crees mejor que antes, pero todo está por ver. Todo por demostrar. Nada hecho. Todo por descubrir.

Y mientras, ves como se aleja. Como se va sin querer irse. Como la dejas marchar sin querer que lo haga. Fue bonito mientras duró, pero todo termina. Nada se puede hacer.

Hasta siempre Benimaclet. Hasta nunca mis queridos fantasmas. Esa sábana blanca está ya demasiado sucia para resultar creíble. Ahora mandas tú. Ahora manda el tiempo. Y entre las sombras de lo fuiste, resurge la vida, el dolor, la melancolía, las ganas de continuar. Tú y ella seréis uno. Hasta que la muerte os separe. Porque sin ella no es. Pero con ella, a veces, también pierde el sentido.

Dentro de nueve horas subirás al tren que marcará el principio de tu nuevo camino. Suerte, amigo. Suerte. La necesitarás. Pero estaremos contigo. Pase lo que pase. Jamás te abandonaremos. Vuela y sé libre mi querido pájaro. Destapa la caja y mete la mano. Esta vez el fondo no puede estar lleno de lodo.

2 comentarios:

  1. Que título mas prägnant y a la vez wundersam =) y que mande el tiempo con un bien timing! cuidate

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  2. Precioso amigo mio!!

    Después del punto y final una historia comienza de nuevo. Suerte con la tuya!

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