Fresca, brillante, antihistamínica. Mi rosa, mi amor. Sí, ésa. La que viste de cristal bañado en sol y luna. No, no es la misma de la que cuidaba mi padre. Aquélla se la comió un cordero. Aunque luego se arrepintió y aprendió jardinería. Nadie lo sabe, pero mi padre se cansó de recorrer el universo y se casó. De ahí yo, claro. Yo también deseo volar. Y visitar planetas y estrellas lejanas. Tan sólo espero a que mi rosa se marchite. Siempre pasa... FIN.
- ¡Yo! ¡yo! Señooo...
- No, Carlos. Tú ya acertaste la última vez. Deja una oportunidad a nuestros lectores.
- ¡Yo! ¡yo! Señooo...
- No, Carlos. Tú ya acertaste la última vez. Deja una oportunidad a nuestros lectores.
No ganaste...pero a seguir intentándolo. Joer que entre todo lo que llevo a mi no me da tiempo de escribir un microcuento decente...A ver si un dia participo xD
ResponderEliminarPor ahi abajo estuvo de lujo, aunke preguntale al gañán de tu colega jeje que menudo fiera!!
Un abrazo
Ayyy muy mal! A escribir se ha dicho! jeje Total, tenemos como unas 30 oportunidades más...
ResponderEliminarQue perracos. A ver si a la próxima puedo ir...
Un Abraxo!