sábado, 21 de febrero de 2009

Mis Noches de Tarta de Queso con Arándanos


¿Cómo despedirse de alguien sin el que no puedes vivir?... Yo no me despedí... Simplemente me fui. Cruzando la calle por la parte más ancha. Vi como me alejaba de aquel lugar con los ojos clavados en mi espalda. Mi alma se quedo esperando. Esperando... Mientras, el eco de la voz de mi madre retumbaba en mi cabeza, Si alguna vez te pierdes, debes esperar a que vuelvan a buscarte. Colgué sus llaves en el recibidor, y desde entonces, las veo cada vez que intento convencerme de que no puedo permanecer encerrado para siempre. Hay puertas que se cierran para no volver a abrirse. Si se tiene o no la llave, resulta irrelevante. Otras se abren. Pero tan sólo descubren un vacío aterrador que termina con aquel que tuvo la osadía de quebrantar las tinieblas. La esperanza aguarda tras una de esas puertas. Se puede tener una llave maestra, pero tal vez no la fortuna de escoger la cerradura adecuada. Algunos, sin embargo, descubren su destino tras la puerta que el tiempo les tiene reservada. Pero algunas veces, es demasiado pronto y huyen desorientados. Ayer soñé que descolgaba las llaves y salía corriendo en busca de mi puerta. La encontraba. Me costaba abrirla. Mis manos temblaban. Todo mi cuerpo. Pero la desesperación se esfumaba cuando por fin conseguía meter la llave. No recordaba haber visto nunca tanta luz ni tan blanca. Entornaba los ojos para ver mejor. Y allí estabas tú. Las sábanas bailaban. Mi corazón perdía el ritmo. Veía como te mordías los labios y después se separaban como buscando el sabor de su pareja perdida. Caía de rodillas contra el suelo y nunca más podía levantarme. Sabía que no querría irme nunca de allí. Me acostumbraba a vivir en aquel imponente resplandor. Aprendía a verte sin dificultad. Estaba seguro de haber dado con la mejor de las puertas. Y cada noche, durante muchos años, recordaba el día en que me había enamorado de ti mirándote mientras dormías.

Vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=4cCupTpjjfo&hl=es

1 comentario: